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El rendimiento escolar es una de las principales preocupaciones que se tienen en todos los hogares. Sin embargo, lo que no es tan común es la conciencia sobre como puede influir el deporte en el. Te lo contamos. 

¿Por qué el deporte mejora el rendimiento escolar?

El deporte es una excelente vía para mantener a niños y niñas en buena forma física. Pero además de este conocido beneficio, tiene otros. Por ejemplo, el impacto positivo en sus capacidades cognitivas. 

Se ha demostrado que la actividad física estimula el cerebro, y puede mejorar la memoria, la concentración y la capacidad para resolver problemas. La causa se encuentra en el incremento del flujo sanguíneo que se produce en el cerebro cuando nos movemos. Este aumento eleva, a su vez, el aporte de oxígeno y de los nutrientes esenciales que se necesitan para su correcto funcionamiento.

Otra de las razones por las que el deporte mejora el rendimiento escolar es que puede transmitir habilidades como la disciplina, la constancia y la gestión del tiempo. Estos hábitos se van adquiriendo a través de la práctica deportiva constante y pueden trasladarse a la educación. Es decir, que niños y niñas aprenden a organizar mejor su tiempo de estudio y desarrollan una actitud más proactiva ante aquellas situaciones escolares que puedan ser un desafío. Ante ellos, se mantienen constantes y perseverantes.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es que el deporte reduce los niveles de estrés. Si bien asociamos este a la vida adulta, el estrés infantil es una realidad. La competitividad en el colegio, el exceso de actividades extraescolares y de deberes o los problemas familiares son las causas más comunes. Con la actividad física, se puede liberar tensión y segregar también endorfinas, que son las hormonas de la felicidad. Por tanto, el estado de ánimo se ve mejorado.  

Beneficios generales del deporte en menores

Más allá del rendimiento escolar, practicar deporte tiene múltiples beneficios para el desarrollo físico y emocional de los menores. Como los siguientes:

– Salud física. La actividad deportiva regular fortalece los músculos y huesos de los niños, favorece un desarrollo adecuado y previene problemas de salud como la obesidad y el sedentarismo. También mejora la coordinación, el equilibrio y la flexibilidad.

– Desarrollo social. Los deportes en equipo fomentan la cooperación y la empatía. Se aprende a colaborar en lugar de competir, a respetar las reglas y a gestionar tanto las victorias como las derrotas.

– Autodisciplina y autoestima. El deporte enseña a superar dificultades y perseverar ante los retos. Gracias a ello, se fortalece la autoestima y la confianza, y esta se puede reflejar en el rendimiento escolar.

– Hábitos saludables. La práctica deportiva desde la infancia inculca hábitos saludables, como una rutina activa, un descanso adecuado y una alimentación equilibrada.

Si está valorando la opción de que tus hijos e hijas aprendan algún deporte para mejorar el rendimiento escolar y disfrutar del resto de beneficios, te proponemos las clases de artes marciales infantiles o de karate de Warriors Barcelona