El karate es, junto al judo, una de las artes marciales más conocidas que existen, tanto por las habilidades físicas que se aprenden para la autodefensa como por el trabajo mental que implican. Hoy nos centramos en este último, a través de los valores del karate que se aprenden con la práctica.
Valores del karate: un arte marcial que inspira
Los orígenes del karate se encuentran en Japón, que junto a China, son los dos países de donde parten la mayoría de las artes marciales. Tras miles de años pasando de generación en generación, hoy también tenemos la suerte de poner aprender esta disciplina en Occidente. Por ejemplo, en el centro Warriors Barcelona, con clases para personas adultas y menores de edad.
Nuestra pasión por esta herramienta de defensa tiene que ver, entre otros factores, con los valores del karate. Estos, no solo son útiles mientras se practica, sino que sirven en el día a día. Para que tengas una referencia, a continuación te dejamos algunos de los más destacados.
Disciplina
Aprender cualquier actividad requiere de constancia, pero es particularmente importante en las artes marciales, donde los movimientos y las secuencias son muy específicos. La dedicación y una voluntad inquebrantable permiten progresar, pero también forjar una personalidad capaz de superar cualquier desafío para alcanzar un objetivo.
Respeto
El respeto es uno de los pilares fundamentales del karate. Este empieza con quienes imparten las clases y se extiende hasta el resto del equipo, hombres y mujeres, y quienes sean oponentes. Hay que recordar siempre que aunque se aprenda a defenderse, loa valores del karate enseñan a que el enfrentamiento sea siempre el último recurso.
Autocontrol
El karate implica un control absoluto del cuerpo y de la mente. El primero hace referencia a la moderación en la fuerza y la precisión en los golpes, para que no se cause un daño innecesario. En cuanto a la mente, es necesario aprender a sentir las emociones sin dejar que se apoderen de nosotros y nos lleven a reacciones inadecuadas.
Esta habilidad es particularmente interesante, sobre todo cuando quienes asisten a las clases son menores. A estas edades no cuentan con los recursos que pueden tener los adultos para lidiar con la frustración al no conseguir de inmediato lo que desean. Esto conduce a reaccionar en lugar de responder, y puede tener consecuencias nefastas.
Perseverancia
Como en el resto de artes marciales, los resultados no se ven en dos meses. Los valores del karate incluyen la perseverancia, que significa no rendirse ante las dificultades. De nuevo, se puede extrapolar a otras áreas de la vida, para mantenerse en el camino incluso cuando parece que no se avanza.
Humildad
Otro valor importante es la humildad, que equivale a conocer los propios límites y las debilidades, y tener la certeza de que siempre podemos seguir aprendiendo. Para ello, hay que aceptar las correcciones y los consejos de quien enseña y del resto de personas del equipo.
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