El judo es un arte marcial japonés cuyo nombre se traduce como “camino de la flexibilidad” y que implica trabajar el cuerpo, la mente y el espíritu o las emociones a través de la práctica de sus llaves. Sin embargo, algunos acontecimientos hicieron que se prohibieran los agarres de pierna en el judo. ¿Quieres descubrir por qué?
Historia y desarrollo del judo
El creador del judo fue Jigoro Kano allá por el año 1882 y consistía en una serie de técnicas que se empapaban a su vez de otras disciplinas y escuelas japonesas, entre las que se incluyen el Jiu Jitsu, el Hakuda o el Yawara, entre otras.
La diferencia más notable entre esas escuelas y el judo es que las primeras se centraban en los puntos vitales del oponente. Tras un combate de competición, varios participantes solían perder la vida por esa misma razón. Para evitar que esto sucediera, el judo se centró en las prácticas menos violentas y más deportivas, entre las que figuraban los agarres, que a su vez permitirán luxaciones, inmovilizaciones o estrangulaciones, principalmente.
Pero aunque estos elementos son los que cobran todo el protagonismo, no son los únicos, ya que también encontramos patadas, golpes y movimientos de defensa, como pueden ser los agarres de pierna en el judo.
En cualquier caso, la filosofía de esta disciplina es la de la “no resistencia”, que supone dejarse llevar por los movimientos. La inspiración procede de las ramas que se cargan de nieve; mientras que las más pesadas se rompían por el peso, las más delgadas y flexibles se inclinaban para luego recuperar su forma original, al no oponer resistencia.
Prohibición de los agarres de pierna en el judo
En el año 1964, el judo masculino se convierte en deporte olímpico y participa en los Juegos de Tokio. Aunque no estuvo presente en los de 1968, sí lo hizo para quedarse en los de 1972. El judo femenino llegaría en los Juegos de Barcelona en 1992.
Este acontecimiento, que se vivió como una gran celebración por el reconocimiento que suponía para esta disciplina como deporte, también estuvo acompañado de controversia, en particular por las medidas que se tomaron con respecto a los agarres de pierna en el judo.
Al dar a conocer al mundo este arte marcial, se interesaron por él practicantes procedentes de otras luchas, como el sambo o la lucha grecorromana, que solo tenían que adaptar su estilo. Sin embargo, estos utilizaban exclusivamente los agarres de pierna en el judo, como el morote gari o el kata guruma, lo que causó revuelo en las federaciones de este deporte porque el resto de técnicas quedaban relegadas a un segundo plano.
Por eso, en 2013, tras haber limitado su uso a la combinación con técnicas de proyección anteriormente, se prohibió de manera definitiva. Una noticia que también recibió críticas al quitar técnicas del creador original con el objetivo de convertirlo en competitivo. No obstante, además de las cuestiones estéticas y de potenciar el uso del resto de técnicas, también se perseguía salvaguardar la integridad de los atletas.
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