Las artes marciales implican afrontar combates con regularidad, tanto para conseguir subir de nivel como para poner en práctica los conocimientos que se van aprendiendo. Al ser una prueba, es normal sentir nervios antes de un combate. Para que no se apoderen de ti, aquí te dejamos algunos consejos que podrás aplicar incluso a otros momentos de tensión en tu día a día.
¿Cuál es la causa de los nervios antes de un combate?
Nuestro cerebro está diseñado para protegernos de cualquier evento que pueda poner en riesgo nuestra supervivencia. Se trata de un instinto que traemos desde nuestros ancestros, pero que hoy, más que un recurso útil, se ha convertido en uno de nuestros mayores problemas.
Cuando sentimos que estamos ante una situación de riesgo, el cerebro nos pone en alerta y desencadena una serie de reacciones que nos preparan para la huida o para el enfrentamiento. Es la tan familiar ansiedad y sus síntomas como la aceleración del ritmo cardíaco o la sudoración.
El problema hoy en día reside en que no se trata de peligros reales, y en lugar de recuperar la calma porque nuestra vida está a salvo, nos mantenemos en ese estado. A la larga, puede repercutir negativamente en nuestra salud. Y en este caso, en los resultados en el combate.
Consejos para controlar los nervios
Si ambos participantes tienen los conocimientos necesarios, no debería haber riesgo de lesiones porque no es un enfrentamiento real. No obstante, puesto que es comprensible sentir nervios antes de un combate porque no dejan de ser un desafío, aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a mantener la calma y así poder rendir más.
Visualiza el combate
La técnica de la visualización es a menudo utilizada en las artes marciales, y consiste en realizar un ensayo mental del combate, en el que nos veremos como ganadores. Basta con cerrar los ojos y visualizar los movimientos que nos llevarán a la victoria, pero desde nuestra propia posición y no como si observáramos el encuentro. Esto permite desarrollar la confianza.
Usa técnicas de relajación
El nerviosismo puede drenar tus fuerzas en muy poco tiempo. Por esto, las técnicas de relajación son grandes aliadas para recuperar la calma. Algo tan simple como respirar profundo varias veces puede ayudarte a bajar pulsaciones.
Practica la meditación
Un complemento del punto anterior es la meditación, a la que basta con que le dediques unos pocos minutos diarios. No necesitas nada, salvo colocarte en una postura cómoda que no te dé sueño, cerrar los ojos y centrarte en tu respiración, mientras dejas que los pensamientos pasen por tu mente sin analizarlos o prestarles atención. Esta sencilla práctica hará que te sea más fácil no reaccionar ante los pensamientos intrusivos o las alertas del cuerpo antes de un combate.
Trabaja los desencadenantes mentales
Esta técnica consiste en imaginar que nuestras formas de actuar se encuentran en cajas dentro de nuestro cerebro. Una de ellas será una versión segura de ti capaz de enfrentar cualquier situación y a cualquier adversario en un combate. Antes de empezar uno, imagina que activas un interruptor que enciende esta versión de ti.
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