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Pocas formas de competición incluyen la propensión al uso de capacidades mentales al extremo en que lo hacen las artes marciales. Entrenar artes marciales implica considerar y desarrollar habilidades como la preparación psicológica, la concentración, la anticipación, la capacidad de fluir, el autocontrol emocional y la competitividad. Son muchos los estudios acerca de cómo estas disciplinas mejoran determinados aspectos psicológicos de quienes las practican. Sin embargo, hay menos información acerca de cómo se trabaja cada uno de ellos en particular. De eso hablaremos hoy.

Entrenar artes marciales mentalmente

Una parte importante a la hora de entrenar artes marciales son las características que se refuerzan para crear el marco mental que el éxito necesita. Es lo que algunos llaman características de los artistas marciales. Las mismas se desarrollan más cuanto más se practica y se pueden resumir en estos 7 conceptos: calma inquebrantable, claridad de pensamiento, mente abierta, espíritu libre, corazón compasivo, estilo de vida equilibrado y voluntad indomable.

Calma inquebrantable y voluntad indomable

Sobre todo cuando se llega a un nivel profesional, los luchadores no entrenan porque sí, sino porque tienen un propósito. La conciencia de ese propósito u objetivo es la base del desarrollo de la calma y la voluntad.

Cuando un artista marcial comienza con sus sesiones de entrenamiento, la paciencia y la calma no son sus mayores virtudes. Sin embargo, forma parte de la obligación de su maestro enseñarle a descubrir lo que una visión a largo plazo puede hacer por él en el presente. En eso consiste el propósito. Este objetivo puede relacionarse con la competición y así suele ser cuando se practica durante mucho tiempo. Pero obtener un trofeo o un reconocimiento no es, ni mucho menos, el objetivo principal de un artista marcial. La capacidad para superar los propios límites y llegar a ser una versión mejor de uno mismo también desarrollan la calma y la voluntad.

En cualquier caso, lo importante es el propósito, que mantiene alejadas las distracciones y permite centrar la atención.

Claridad de pensamiento y mente abierta

El propósito es lo que permite a los artistas marciales mantener el pensamiento encauzado. Pero hay una diferencia entre encauzado y constreñido. La existencia de un objetivo a medio o largo plazo sirve como guía o directriz, en ningún caso como límite.

Los principios de estas disciplinas permiten que, al entrenar artes marciales, se entrene también la flexibilidad mental; en otras palabras, la habilidad para llegar a un resultado a través de diferentes caminos. Esta habilidad convierte a los artistas marciales en personas más respetuosas con los caminos y decisiones de los demás.

Espíritu libre y corazón compasivo

En muchas ocasiones, es la mente la que ata al espíritu y enjaula al corazón. Nada de eso sucede si el cerebro está presidido por un propósito que premia la claridad de pensamiento. Esta libertad se manifiesta en el respeto y la compasión hacia otras personas y hacia uno mismo. Y del respeto a uno mismo se deriva el mantenimiento de un estilo de vida equilibrado y saludable que permite que, al entrenar artes marciales, se pueda alcanzar el propósito del que hablábamos al principio.

El entrenamiento en artes marciales se convierte así en un círculo virtuosoVen a Warriors Barcelona y comienza tu entrenamiento físico y mental con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte a alcanzar todo tu potencial.