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Quizá las declaraciones más conocidas sobre generosidad y deporte sean las que Vicente del Bosque realizó cuando, allá por diciembre de 2019, recibió el Premio Resiliencia y Deporte, entregado por el Instituto Español de Resiliencia (IER) en la sede del Consejo Superior de Deportes. Entonces dijo: “ser generoso es una de las cualidades fundamentales que tiene que tener un deportista, especialmente en el juego en equipo, de conjunto, ya que la generosidad, tanto en la vida como en el deporte, siempre es rentable. Si tengo que destacar una cualidad en el deporte, aunque todas sean importantes, me quedo con la generosidad”.

En Warriors Barcelona no podemos estar más de acuerdo y por eso queremos hacer un pequeño homenaje a los deportistas más generosos de la actualidad.

Cuando la generosidad se aplica al propio tiempo

Es el caso de Rafael Nadal y Roger Federer, que organizaron un partido de tenis, de exhibición, con el objetivo de recaudar fondos a favor de los damnificados por los gravísimos incendios que asolaron Australia desde finales de 2019 hasta principios de 2020. Se recaudaron 250.000 dólares y en la jornada estuvieron presentes personalidades del tenis tales como Serena Williams o Novak Djokovic.

Deportistas antipáticos pero generosos: el caso de Cristiano Ronaldo

Mucho se habla de la arrogancia y el espíritu extremadamente competitivo de Cristiano Ronaldo. De hecho, este futbolista levanta más pasiones negativas que positivas, no obstante eso no le impide hacer gala de grandes dosis de generosidad fuera de los campos de fútbol. Estos son algunos ejemplos:

  • Creó un centro de atención para niños afectados por el cáncer en Portugal.
  • Está especialmente involucrado con los problemas de la infancia y se hizo cargo de la operación cerebral de un niño sin recursos.
  • Costeó los tratamientos médicos de 370 personas heridas en los incendios de Portugal en 2017.
  • Ayudó con los gastos de vivienda de las personas que perdieron su hogar en los terremotos de Madeira en 2010.

¿Por qué generosidad y deporte van de la mano?

El deporte promueve valores personales de gran importancia, como la colaboración y el trabajo en equipo. Ni una ni otro son posibles sin la presencia de la generosidad. En deportes de equipo, como las artes marciales, en los que no se depende de uno mismo en exclusiva, sino que hay que colaborar con otros, el egoísmo no es un aliado. Al contrario. Para avanzar en la práctica de estas disciplinas se necesita de la ayuda de los compañeros, tanto en el entrenamiento como en la propia competición.

Este hecho hace que las personas que practican artes marciales aprendan a ser generosas y esperan recibir la misma generosidad que ofrecen. Se crean así lazos personales sólidos y sanos y se eliminan dinámicas sociales tóxicas, como la desconfianza patológica que tanto se alimenta en otros entornos.

Acércate a una de nuestras clases y ve por ti mismo cómo fomentamos la generosidad entre nuestros alumnos de manera orgánica, sin forzarla. Es la interacción habitual la que define la necesidad de ser solidarios con las necesidades del resto del equipo. Una actitud que ayuda tanto dentro como fuera del tatami. ¿Quieres comprobarlo? ¡Ven a vernos!