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Uno de los debates más recurrentes en televisiones y otros medios de comunicación tiene que ver con la posibilidad y la necesidad de educar a nuestros hijos en valores. Sin embargo, esta discusión no nos afecta a los profesionales del deporte que, además, practicamos la enseñanza. Nosotros sabemos de primera mano cómo los valores del deporte ayudan a los más pequeños a desarrollar sus habilidades naturales. 

Los valores del deporte y el desarrollo personal a largo plazo

Todo lo que aprendemos de pequeños pasa a formar parte de nuestro bagaje personal. Si las enseñanzas que recibimos a una edad temprana son positivas, creceremos más sanos, felices y seguros de nosotros mismos. Si, por el contrario, recibimos un input negativo, el mismo repercutirá en nuestra vida adulta de manera igualmente negativa.

Los valores del deporte, que se interiorizan al practicarlo, forman parte de las enseñanzas positivas que podemos aportar a nuestros hijos. De hecho, el deporte es una pieza clave en el desarrollo de los más pequeños. Por eso los expertos están de acuerdo en que su presencia es esencial en cualquier buen plan educativo. Y no solo porque aporta grandes beneficios físicos, sino por todo lo bueno que implica en otras áreas. Por ejemplo, el comportamiento, la interacción con otros niños, la socialización y el aprendizaje de valores que la sociedad valora, como el respeto.

Valores del deporte que los niños aprenden al practicarlo

Es importante dejar claro que uno de los motivos por los que los valores del deporte afectan a la vida adulta futura de los niños que los interiorizan de pequeños es la diferencia entre teoría y práctica. El deporte no se estudia, se practica. Y es la práctica, la experiencia, la que convierte los valores en parte del carácter. Los niños hacen propia la experiencia a través de la identificación con el código de conducta asociado a cada deporte. Por ejemplo, la disciplina y el autocontrol van muy de la mano con las artes marciales.

¿Cuáles son estos valores concretamente?

  • Responsabilidad: el deporte de equipo o el individual practicado en grupo, ayuda a los niños a ponerse metas y a cumplirlas. También les ayuda a diseñar un itinerario de trabajo, lo que redunda en una mejora de la capacidad de organización.
  • Constancia: el deporte presenta dificultades y estas no siempre son fáciles de superar. Sin embargo, la práctica deportiva enseña a los niños que seguir esforzándose es una clave del éxito.
  • Esfuerzo: el esfuerzo y la constancia son compañeros inseparables y dos de los valores del deporte que más beneficios aportan. La vida no siempre es sencilla y que los más pequeños aprendan a sortear dificultades gracias a su propio esfuerzo es un aprendizaje de gran valor.
  • Perseverancia: a veces la constancia no es suficiente y el esfuerzo se queda corto. Entonces es cuando la perseverancia entra en juego y enseña a los niños que deben seguir intentándolo, quizá de otra manera, con otra técnica.
  • Deportividad: los buenos resultados no están garantizados en el deporte. Uno de los valores que los niños aprenden es la deportividad; es decir, la capacidad de aceptar que otros ganen a pesar de que ellos se hayan esforzado. Y sin que el “fracaso” afecte a cómo perciben su propio valor personal.
  • Autoconocimiento: descubrir los propios límites es algo valiosísimo que, a largo plazo, ayuda a no comprometerse en tareas que no podrán cumplirse.

Estos son algunos de los valores del deporte que practicamos y enseñamos en Warriors Barcelona ¿Quieres que tus hijos cuenten con todas estas herramientas? Ven a conocerlos y apúntales a su deporte favorito.