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Es un hecho que no todos los niños piensan y aprenden de la misma manera. Este es el caso de los peques con TDAH, que necesitan que sus rutinas de aprendizaje se adapten a sus necesidades. En este sentido, las artes marciales pueden serles de gran ayuda y hay una larga lista de motivos para ello.

¿Por qué las artes marciales son positivas para los niños con TDAH?

1. Se elimina la competitividad

Al contrario que en otros deportes, las artes marciales no son una disciplina competitiva. Lo que potenciamos en nuestras clases es el crecimiento personal. Cada niño avanza a su propio ritmo y no existe la presión añadida de decepcionar a un equipo ni de ser mejor o peor que los demás compañeros y compañeras.

2. En las artes marciales los objetivos son concretos

Los niños con TDHA a menudo se sienten frustrados porque no ganan en nada. O esa es la impresión que tienen. Junto con la ausencia de competitividad, el hecho de que cada niño reciba un cinturón de un color diferente cada vez que supera determinado grado de habilidad, elimina grandes dosis de frustración. De esa manera mantienen la motivación.

Además, para alcanzar estos objetivos individuales, las rutinas se dividen en fragmentos cortos que puedan manejar. El aprendizaje sucede por repetición. Primero se aprenden unos pocos movimientos, después se van añadiendo más y los niños finalmente los reproducen de manera fluida.

3. Se fomenta la concentración y el autocontrol

En artes marciales los monitores emplean a menudo la técnica de la posición de espera cuando los niños se distraen. No hay castigo, ni reprimenda. Al contrario, se ofrece al niño una herramienta (la propia posición de espera) para que recupere la concentración, se reajuste y se prepare para la siguiente parte de la rutina.

Por otra parte, nuestros monitores trabajan con unas reglas claras y justas que refuerzan de manera constante, lo que proporciona a los niños la estructura que necesitan. Además, estos profesionales conocen y practican el refuerzo positivo, por lo que la autoestima de los pequeños también sale reforzada.

Además, las artes marciales ayudan con la coordinación y a comprender el poder que la mente tiene sobre el cuerpo. Practicando los movimientos de las diferentes disciplinas los niños desarrollan una mayor conciencia de su cuerpo y cómo interactúa con el espacio.

4. Las artes marciales ayudan a liberar energía

Al contrario de lo que dicen antiguos mitos, no existe el fomento de la violencia en las artes marciales. Al contrario: son una manera completamente segura de liberar el exceso de energía y exorcizar la frustración o la ira mediante la práctica del autocontrol

Todo ello en un ambiente de aceptación en el que se aprende a respetar a los demás, a mostrar ese respeto ¡Y a recibirlo! Un valor que ayuda a los peques en todas las facetas de su vida,

Pero la mejor manera de asegurarte de que todo esto es cierto, es apuntar a tus hijos a clases de artes marciales y comprobarlo por ti mismo. Acércate a Warriors Barcelona y abre una puerta inesperada a las habilidades sociales de tus hijos.